"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

viernes, 10 de abril de 2015

LECCIÓN DE HUMILDAD: LA OBESIDAD DISMINUYE EL RIESGO DE DEMENCIA

Los principales medios de comunicación abren su sección de medicina de hoy con la noticia la obesidad reduce el riesgo de demencia. Extraen esta conclusión a partir de un estudio de cohortes retrospectivo publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology: BMI and risk of dementia in two million people over two decades: a retrospective cohort study

Tras estudiar una cohorte de casi 2 millones de británicos durante una media de 10 años, las personas con bajo peso (IMC <20 kg/m2) tienen un 34% (IC 95% 29–38) más riesgo de demencia. Además, el riesgo de demencia disminuye en los grupos de mayor IMC (índice de masa corporal), con las personas muy obesas  (IMC >40 kg/m2) mostrando un 29%   menos riesgo de demencia que las personas con peso normal. 

A pesar de los habituales avisos de los autores sobre ajustes para los factores de confusión y la asociación mortalidad-IMC, incluso los media más prestigiosos caen en los errores habituales: confundir obesidad vs sobrepeso, y asociación vs causa vs factor de riesgo.

Este estudio, el más apropiado metodológicamente hasta la fecha para investigar la relación peso corporal y demencia, contradice la hipótesis actual de que la obesidad es causa de demencia (Neurology 2011)



A pesar de los problemas conceptuales acerca de cómo definir la obesidad (adiposidad, índice de masa corporal, alteraciones metabólicas), las discusiones sobre considerar la obesidad como enfermedad o como factor de riesgo, las controversias sobre las repercusiones positivas y las repercusiones negativas de medicalizar el problema, y los estudios que demuestran el fracaso de los fármacos (BMJ 2014), lAmerican Medical Association (AMA) reclasificó en 2013  la obesidad como una enfermedad a partir de una votación de sus integrantes (la obesidad como una enfermedad: Lecciones para la psiquiatría). Por lo tanto, la obesidad es una enfermedad por una votación de un comité de científicos, no por el conjunto de los estudios o por la Medicina Basada en la Evidencia (MBE). De la misma manera Plutón ya no es un planeta ...

Sin embargo, a diferencia de los debates habituales acerca del TDAH, la depresión, o el trastorno bipolar, nadie se plantea que la obesidad no sea real, se trate de un invento de la industria farmacéutica, o de la voluntad de los médicos de "controlar" a los niños y adultos. 

La psiquiatría aborda problemas extremadamente complejos, por lo que afronta dificultades gigantescas en la construcción de sus conceptos y los métodos para estudiarlos, pero estos retos los encontramos también en mayor o menor medida en cuadros clínicos de la medicina tradicional (obesidad, epilepsia, osteoporosis, sordera, etc).

Las condiciones clínicas que se catalogan como TDAH o suicidio o trastorno de la personalidad, son problemas que requieren un abordaje a diferentes niveles, de la misma manera que lo requieren otros problema complejos como la obesidad, la malaria, la infertilidad o la vejez. Esto no significa medicalizar o psiquiatrizar (i.e., reducir la condición a una enfermedad física o mental) todos los problemas que afrontan las sociedades pasadas, presentes o futuras.

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