"Mirar las cosas de cara, ser capaces de sorprendernos, tener curiosidad y un poco de coraje; saber preguntar y saber escuchar; evitar los dogmas y las respuestas automáticas; no buscar necesariamente respuestas y aún menos fórmulas magistrales" (Emili Manzano)

martes, 26 de noviembre de 2013

¿POR QUÉ CLASIFICAR?, ¿POR QUÉ DIAGNOSTICAR?

Como dice Norman Sartorius en el prefacio de la CIE-10, una clasificación no es más que "una forma de ver el mundo en un momento temporal  determinado".  De esta manera, una clasificación científica representa una "instantánea" de las teorías y el conocimiento de la disciplina científica en cuestión en un momento dado de su desarrollo. 

Cualquier diagnóstico en psiquiatría posee cuatro propósitos principales:

1- Descriptivo; una etiqueta diagnóstica proporciona una descripción resumida de los síntomas del paciente, esencial para la comunicación y clave para toda decisión médica.
2- Etiológico; los diagnósticos se basan en la información acerca de las causas.
3- Terapéutico; el conocimiento de los síntomas y las causas son la base para la decisión acerca de los tratamientos y otras actuaciones clínicas a aplicar.
4- Pronóstico; los síntomas y la etiología, junto con la respuesta probable al tratamiento, proporcionan un pronóstico estimado.


Cada tipo de categoría diagnóstica no cumple de la misma forma estos cuatro propósitos del diagnostico en medicina. El diagnóstico "migraña" proporciona información precisa acerca de la sintomatología y el pronóstico, pero sólo acerca de una gama de tratamientos y apenas nos dice algo acerca de la etiología. Con "diabetis mellitus" tenemos una información precisa acerca de la etiología y los tratamientos, permite una aproximación al pronóstico general, pero dada la amplia diversidad de posibles presentaciones clínicas no proporciona una información definida sobre los síntomas actuales del paciente.

Es decir, diferentes tipos de categorías de enfermedad se definen de diferentes manera, sintomáticamente, etiológicamente, etc, pero TODAS tienen un mayor o menor grado de información de los cuatro propósitos del diagnostico.

Una diferencia clave en el diagnóstico y la clasificación entre patologías somáticas y psiquiátricas, es que la entidades categoriales psiquiátricas  se definen con mayor frecuencia descriptivamente, i.e. en términos de síntomas, en lugar de etiológicamente. Sin embargo ambas clasificaciones cargan importante información acerca de la descripciones, etiología, el tratamiento y el pronóstico (ver tabla 3.1). Así, la diferencia entre medicina somática y psiquiátrica, en este aspecto, es más de grado que de tipo. Esta es una de las razones por las que la afirmación de la "antipsiquiatría" radical de que el malestar psíquico NUNCA es patológico, es poco plausible. Sin embargo, el hecho de que exista esta diferencia de grado hace que la declaración de las corrientes pro-psiquiatría radical, de que las patologías psiquiátricas no son diferentes de las enfermedades somáticas, sea igualmente implausible.




Históricamente, la medicina se ha movido de las categorías descriptivas ("edemas", "fiebres") a las categorías etiólogicas a partir de extraordinarios avances científicos. Pero no todas las especialidades pueden hacer este camino, y las más complejas (conceptual y empíricamente) como la neurología y la psiquiatría, mantienen el nivel descriptivo en muchas de sus categorías (e.g. trastornos episódicos y paroxísticos, demencias).

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